viernes, 24 de diciembre de 2021

Dicen que llueve

 




Un pequeño escándalo ha removido las conciencias de los aragonesistas al saberse que en el Homenaje Institucional que se ha realizado este año al Justicia de Aragón, Juan V de Lanuza, se ha escuchado el Himno del Reino de España.

No es una gran sorpresa, pues desde hace décadas las Instituciones del Estado rinden homenaje el 20 de diciembre al joven Justicia mandado ejecutar sumariamente por Felipe II, condenado por “alborotador de Aragón so color de Libertad”, incluyendo al Gobierno Militar, que viene colocando su corona de flores conmemorativa, con su rojigualda, bajo el Monumento de la Plaza de Aragón.

Sin embargo, este año, debido a que el Monumento de la Plaza de Aragón está en obras, que en un año el Ayto. de Azcón no ha tenido tiempo de restaurarlo, las instituciones aragonesas decidieron trasladar el Homenaje a la Iglesia de San Cayetano y además se aprovechó para devolver la Urna con los restos de Juan V de Lanuza que había sido trasladada al Instituto Anatómico Forense para realizar el análisis científico que los certificar como pertenecientes al joven Justicia.

Todo ello dio pie a una ceremoniosa entrada de la Urna, portada por los cofrades de la Sangre de Cristo que la custodian desde 1591. Así, los encargados del protocolo decidieron que, para darle mayor realce al Acto, cabría rendirle Honores de Capitán General a los restos de Lanuza, lo cuál no es ninguna ocurrencia, pues como tal actuó frente al “Ejército Extranjero” de Felipe II, y tal título otorgaron unas Cortes, reconstituidas ad hoc en 1808, a Palafox para declararle la Guerra “comme il faut” a Napoleón. Rendir honores de Capitán General significa que ha de sonar el Himno del Reino de España.

La buena intención de quienes organizaron el Homenaje está, pues, fuera de toda duda, pero sigue chirriando el susodicho himno en el acto y no sólo por la pretensión independentista que podamos albergar en nuestros corazones.

Es cierto que en 1591 la Marcha Real, que hoy es el Himno del Reino de España, no existía. Incluso Felipe II era de la Dinastía Austríaca y no de la Borbónica, que ocupa hoy la Jefatura del Estado Español. Pero es que esto aún empeora más la sensación de burla.

Todos sabemos que fueron los Borbones quienes abolieron todo el ordenamiento jurídico e institucional aragonés, imponiendo el sistema castellano, por medio de lo que se llamaron “Decretos de Nueva Planta”, entre los que se encuentra el llamado “Decreto de Conquista”, de 1707, en el que se dictamina exactamente eso: la reducción de Aragón a las leyes e instituciones de Castilla “por el Sagrado Derecho de Conquista”.

Alguien podrá pensar que esto no es más que una nostalgia historicista absurda, pero no es así: durante la pasada Legislatura, las Cortes aprobaron la Ley de los Derechos Históricos de Aragón, con la que el Pueblo Aragonés se declaraba Comunidad Foral y comenzaba un camino de profundización autonómica muy importante, sobre todo en el plano fiscal. Pero , cómo no! Fue el Partido Popular quien rechazó la susodicha ley y presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional
Sorprendentemente, o tal vez no tanto, el Alto Tribunal declaró que el recurso era procedente y que la citada Ley de Derechos Históricos de Aragón no se ajustaba a la Constitución en los artículos que pretendían desarrollar el carácter foral de nuestro ordenamiento jurídico e institucional, o sea la mayoría, y que por tanto los daba por nulos. El argumento es incontestable: el Decreto de Conquista no ha sido derogado y por tanto sigue vigente, con lo que Aragón no puede recuperar el carácter foral de su ordenamiento jurídico e institucional.

Brillante.

Por supuesto, esta resolución tan bien fundamentada del Tribunal Constitucional, con una declaración tan aplastante dentro de la lógica del legitimismo borbónico de más rancio abolengo, nos expresa bien a las claras que el origen del Estado Español no es la Constitución de 1978, ni los esponsales de los Reyes Católicos, ni la Batalla de Covadonga (bueno, para ésta igual encuentran algún legajo en el Palacio de Oriente de Madrid con el que justificarla), la Base Constituyente del Reino de España son los Decretos de Nueva Planta, con sus Tratados de Utrech (que les dieron legitimidad internacional y que hoy usa el Emérito en su beneficio ante la Justicia Británica), y por supuesto, con su Decreto de Conquista en un lugar de honor, o sea, que Aragón forma parte del Reino de España por el Sagrado Derecho de Conquista

Para concluir, y para que sea tenido en cuenta para otra ocasión por quien corresponda, tal vez sea mucho pedir que no haya presencia de autoridades militares y forasteras en los Homenajes que realicen nuestras autoridades aragonesas a Juan V de Lanuza, pero no estaría de más que la simbología del Estado que nos oprime, o si se prefiere la paráfrasis: “al que pertenecemos por derecho de conquista según resolución del Tribunal Constitucional”, quedase excluida del Acto.

Que es que se nos mean encima y nos dicen que llueve, y ya vale.

Rafel Fleta

Secretario General

Estado Aragonés.,